La imagen más recurrente relacionada con hamacas es una
playa caribeña con dos cocoteros, un mar apacible de fondo y una hamaca
guindada, para mucho esto es suficiente para descartar la instalación de una
hamaca al interior de la casa. Una idea sin fundamentos si se tiene en cuenta
el carácter versátil y maleable propio de este mueble. Los requisitos de
espacio para instalar una hamaca son mínimos y con un poco de creatividad es
fácil encontrar un buen lugar desde el cual se pueda disfrutar de los placeres
de la hamaca.
Con una misma hamaca se puede tener el mueble perfecto para
distintas actividades, más estirada para dormir la noche entera o una corta
siesta, un poco más doblada para leer o escribir, y con los extremos más juntos
se puede tener una cómoda silla para conversar en familia, mecer al niño y
hasta comer si se quiere, y no olviden considerar la posibilidad de disfrutar
de este mueble en pareja, para esta actividad cualquier posición brinda un
abanico casi infinito de opciones.
Como vemos, basta con jugar con la altura de los puntos de
fijación y su separación, altos y juntos para la silla, bajos y separados para
dormir. Claro que no se van a hacer huecos en toda la casa para las diferentes
posturas, basta con encontrar un punto intermedio y jugar con el largo de las
cuerdas.
Aspectos a considerar:
Entre más horizontal quede puesta la hamaca se ejercerá una
mayor tensión en las cuerdas y en toda la tela en general, reduciendo la
percepción de soltura de la hamaca, sin embargo esta posición es recomendada para
dormir.
Si por el contrario la hamaca queda muy curva, es decir los
puntos de fijación están muy cerca, se hace necesario encontrar una buena
posición para descansar, si la hamaca es lo suficientemente ancha se puede usar
de manera transversal. Esta posición de la hamaca la hace divertida para juegos
de pareja, para leer o ver una puesta de sol.
Tener en cuenta que los materiales de la hamaca presentan
cierta elongación, por lo tanto la altura en que fijemos la hamaca disminuirá al
ponerle peso.
Las dimensiones de instalación óptimas no existen, el punto óptimo
es el que nos dé el máximo confort. Después de asegurarnos de los aspectos básicos
de seguridad, como que el nudo quede bien hecho, que el gancho no se salga de
la pared o que la pared misma no se nos caiga, encontrar el punto ideal es
cuestión de probar diferentes alturas y longitudes. Como regla genera la
distancia mínima entre los puntos de fijación debe ser igual al largo de la
hamaca sin cuerdas, pero esta regla se puede violar en el caso de tener poco
espacio disponible y buscar una mayor altura de los puntos de fijación, con lo
cual podemos obtener buenos resultados.
Si la hamaca queda muy cerca del suelo, puede llegarnos frio
del mismo, y si estas durmiendo esto se puede convertir en un problema en la
madrugada, por lo cual es recomendable mantener un tapete debajo de la hamaca.
Si tienes problemas con la instalación, HAMAQUIANDO recomienda
los servicios de un profesional para garantizar la seguridad, comunícate con
nosotros.