Parte 1…
"... La Guajira, los Wayuu
somos una patria chiquita
porque vivimos
con leyes y costumbres
que han estado siempre..."
En la península de la Guajira desde hace varios siglos habita el pueblo Wayuu, hombres y mujeres recios, con una cultura y tradición que se han mantenido a través del tiempo.
Su lengua, el Wayuunaiki, la heredaron de sus ancestros Arawak, quienes fueron perseguidos por tribus caribes que los empujaron siempre al norte, hasta llegar a la Península de la Guajira.
La Guajira está situada en la América del Sur, en la frontera colombovenezolana.
Tierra plana y semidesértica que tiene a lo largo de sus extensas costas, playas arenosas de belleza natural, tales como el Cabo de la Vela, Bahía Honda, las Salinas de Manaure y Musichi, el Valle de los Flamencos. Pequeñas serranías como las de Cosinas, Jalaala, el Cerro de la Teta y la Serranía de la Makuira, verdadero oasis en la parte más alta del territorio.
Los Wayuu están organizados en clanes heredados por línea materna, cada uno de los cuales se relaciona con un animal o totems y están representados por herrajes, que además de ser un símbolo familiar se utilizan para marcar los semovientes.
Uliana, Epieyuu, Aapüshana, Uliyuu, Iipuana, Püshaina, Sapuana, Sijuana, Epinayuu, Juusayuu, Uraliyuu, Jirnuu, Jaya´liyuu, Paüsayuu, Urualiyuu... son algunos de los nombres entre una treintena de clanes Wayuu.
La mujer permanece en el hogar tejiendo, protegiendo sus hijos y cuidando la casa. Su sola presencia en la ranchería es símbolo de respeto y unidad. Durante los primeros años las mujeres trasmiten las tradiciones, creencias, valores, costumbres y el comportamiento ante los demás miembros de la comunidad Wayuu. Cuando la niña crece, durante el "encierro", süttüsü paülü´ü, le enseña las labores del tejido y su papel como mujer.
EI hombre casi nunca permanece en el rancho; distribuye su tiempo entre las labores que le son propias y las mujeres que posee.
Los hombres mayores enseñan a los jóvenes los trabajos masculinos como la caza, la pesca el pastoreo de cabras, la extracción de sal; la construcción de las viviendas, corrales techos y cercas.
Los adiestran en el cuidado y manejo de las bestias y en las carreras de caballos.
Sin embargo, la responsabilidad de la educación, de sus hijos y de sus actos, no recae sobre el padre sino sobre la familia materna, particularmente en el tío, al cual heredarán cuando éste muera.
TÜÜ A´ANAAKAT EL TEJIDO
Para los Wayuu
el saber tejer es símbolo de juicio,
creatividad, inteligencia.
En fin, de sabiduria!
Los viejos Wayuu
transmiten a sus hijos y nietos
el arte del tejido.
Ser mujer ... es saber tejer!
La joven aprende las labores del tejido en el encierro.
Su madre, su abuela y sus tías maternas, le enseñan a hilar, a torcer hilos. A manejar el telar para tejer hamacas, chinchorros y fajas. A elaborar cordones y mochilas.
A comportarse como una mujer Wayuu.
El aprendizaje del hombre es bien diferente al de la mujer.
Observando a sus mayores. Los jóvenes aprenden a tejer los aperos de burros y de caballos, como la cincha, la esterilla, la grupera y los cabezales
Fibras e hilos
Los Wayuu hilan el algodón silvestre, el aipisü, el magüey en mecha y otras fibras naturales propias de la región.
Tuercen cintas de cuero de chivo o de res para formar hilos, cuerdas y cordeles. Retuercen el algodón y la lana industrial para los tejidos finos, además de los hilos gastados que reutilizan en los tejidos "de segunda".
Fuente: Título: Wale Keru. Tomo 1
Fecha de publicación:
Autor: Pocaterra, Jorge, tr; Ramírez Zapata, Martha
Palabras clave: Indígenas de Colombia
Temas: Indígenas de Colombia
Descripción: Libro editado por Artesanías de Colombia, en donde describe los usos y procesos de las artesanías de la cultura wayuu
Biblioteca Luis Angel Arango
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/modosycostumbres/wake1/indice.htm
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